Este fin de semana he participado, junto con el resto de aficionados
taurinos de la provincia y venidos de otros puntos del país, en la
manifestación de apoyo a la fiesta taurina
que se ha celebrado en Castellón.
No sólo por la defensa de nuestra fiesta, tradición
y cultura, sino también por ser un motor económico que genera trabajo
a nivel nacional e ingresos en nuestras poblaciones durante los días que se
celebran los actos taurinos.
Como vecino de Burriana, pueblo de tradición taurina y
cuya comisión del 76 recuperó el bou al carrer en las fiestas
de la Misericordia, me siento en la obligación de respaldar a todas las peñas
que colaboran con la aportación de sus reses en la celebración de estas
fiestas, así como a las dos asociaciones del bou amb corda de
Santa Bárbara, sin olvidarme de aquellos barrios de nuestra ciudad en los que
el toro también es el principal protagonista.