Las
fallas han vuelto a sacar a la calle todo su ingenio y humor para abordar,
desde la crítica, la actualidad tanto local como nacional.
La Cabalgata del Ninot es un buen termómetro para conocer qué cosas podemos
hacer mejor y qué cuestiones preocupan a la sociedad y que plantean los
falleros -de esta forma tan crítica y divertida- a sus representantes.
Mi enhorabuena a todos por su trabajo en las comparsas y en las carrozas y, en
especial, a la falla la Mota por el primer premio en categoría grande y a Don
Bosco por el primero en infantiles.