El Ayuntamiento de Burriana aprobó el pasado jueves con los apoyos de Compromís y Podemos, subir los impuestos en la ciudad cuando el escenario podría haber cambiado radicalmente si Podemos, que en el Ayuntamiento de Castellón votó en contra del criterio socialista, hubiera hecho lo propio en Burriana.
El grupo Castelló en Moviment provocó ese mismo día que la coalición PSPV-Compromís no aprobara la modificación de ordenanzas fiscales que elevaba al pleno. Lo hizo y con ello se conseguirá que la ciudad reduzca todavía más la presión fiscal sobre sus vecinos, del mismo modo que pretendíamos nosotros en Burriana.
El Partido Popular de Castellón y los votos de Castelló en Moviment provocaron que la propuesta fiscal para 2016 no saliera adelante, mientras que en Burriana podrían también haber votado a favor de la enmienda que presentamos para reducir el gasto a nuestros vecinos y con ello truncar el objetivo socialista de incrementar los tributos a nuestras familias.
Lamentamos que hayan tenido que venderse al PSPV y que también Compromís haya respaldado las tesis de una alcaldesa que flaco favor le hace a los intereses de sus ciudadanos incrementando la tasa de basuras y congelando el IBI cuando tiene capacidad sobrada para reducir los gastos a los vecinos.
En opinión mi opinión como portavoz del Partido Popular en Burriana, la localidad ha recibido una herencia económica de nuestra etapa que le habilita para dar continuidad a la rebaja de impuestos que iniciamos en años anteriores. Sin embargo, sorprende que Compromís y Podemos, lejos de apoyar la reducción de la carga fiscal a las economías familiares, opte por incrementar el gasto, alineándose con políticas alejadas del objetivo social que es, en nuestra opinión, el que debe imperar como lo hizo en años anteriores en un escenario económico mucho más crítico para la hacienda local.
Cabe señalar que solo en ahorros en amortizaciones bancarias el Ayuntamiento de Burriana dispondrá de 650.000 euros en 2016 que hubieran permitido, únicamente empleando un 50% de los mismos, rebajar los tributos a los contribuyentes. En lugar de aplicar esta política, las familias quedan en un tercer plano y, lo que es más sorprendente, lo ponen en práctica porque según la regidora socialista de Hacienda, Cristina Rius, ningún vecino le ha pedido que baje los impuestos.