Los tres partidos que decidieron el pasado 13 de junio pactar para gobernar han recibido una herencia de más de dos millones de euros de resultado presupuestario, 1,2 millones de remanentes de tesorería y un pago a proveedores a 5 días.
Los números arrojados por la intervención municipal hablan por sí solos.
El grupo municipal del Partido Popular desarrolló una gestión económica durante su etapa de gobierno, superando la crisis económica y demostrando que la administración de los fondos de todos los vecinos de Burriana era prioritaria. La hacienda saneada, sin facturas pendientes de pago, la rebaja de la deuda y la prioridad en el pago a quienes prestan servicios al consistorio fueron objetivos. Y el resultado es claro al cierre de 2015.
Frente a esta política de contención del gasto y de rigor y transparencia en la administración de los fondos de Burriana, nos encontramos ahora con una coalición que en el primer presupuesto que ha configurado ha decidido incrementar el gasto superfluo, el que le genera autobombo, y abandonar el rescate a las personas, aquél que defendieron con vehemencia en su campaña electoral.
De hecho, frente a la rebaja de impuestos que habíamos reclamado, su primera medida estrella para este 2016 ha sido la de incrementar la presión fiscal. Y lo han hecho con un presupuesto mucho más holgado que el que nosotros gestionamos. Porque ahora que conocemos el resultado del cierre de 2015, no pueden negar que no tenían fondos para asumir una reducción de los tributos. Así las cosas, desde el grupo municipal del Partido Popular se han comprometido a mantener un control del gasto y de la gestión de la coalición de gobierno, puesto que administran los fondos de toda Burriana.