El
PSPV de Burriana no llevará a la práctica como gobierno la exigencia
que durante años como oposición reclamaron al Partido Popular. El
Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de la localidad quedará congelado,
tal y como ha anunciado la regidora de Hacienda, y ni siquiera se
aplicará una rebaja que al final los ciudadanos perciban en forma de
ahorros en sus bolsillos.
Por ello pongo de manifiesto el doble lenguaje de la alcaldía socialista, que en la oposición exigía reducciones del IBI cada año y, ahora que son ellos los que podrían aplicarlas, sencillamente las ignoran. Resulta sorprendente. Hacen aquello que criticaron durante años. El incremento del 10% del valor catastral que criticaron durante años, no la traducen en una rebaja del tipo impositivo que provoque, en definitiva, que la cuota a pagar sea menor. De hecho, la sitúan en el 0,72% cuando la propuesta técnica era del 0,70%.
Cabe recordar que el Partido Popular promovió durante los ejercicios 2014 y 2015 rebajas en el IBI. Lo hicimos tan pronto tuvimos liquidez y superamos los peores momentos de la crisis económica. La prioridad fue rebajar la presión fiscal.
Así, en 2014 se aplicó una rebaja de la cuota del 3,3%. En 2015, ejercicio en curso, la reducción aplicada fue del 2%. Este año el PSPV ha tenido sobre la mesa tres opciones para reducir la cuota que al final pagarán nuestros vecinos. Sin embargo, no se ha optado por la que nosotros apostamos durante los últimos años. Reducir la cuota hubiera generado un ahorro en los vecinos que creemos que es fundamental en estos momentos.
Desde el Partido Popular, trasladamos al tripartito su ofrecimiento para poder trabajar en favor de los vecinos, en dar solución a los problemas de nuestros ciudadanos. Nuestra opción hubiera sido la de continuar las rebajas de las cuotas y seguir apostando por las familias. Al final, estos ahorros consiguen engrasar las economías familiares e inyectar liquidez que incentive la economía. Si no somos capaces de hacerlo, de apostar por nuestros vecinos, difícilmente caminaremos hacia el desarrollo y las oportunidades que debe ser, sin lugar a dudas, el objetivo de todos como representantes público”.
Por ello pongo de manifiesto el doble lenguaje de la alcaldía socialista, que en la oposición exigía reducciones del IBI cada año y, ahora que son ellos los que podrían aplicarlas, sencillamente las ignoran. Resulta sorprendente. Hacen aquello que criticaron durante años. El incremento del 10% del valor catastral que criticaron durante años, no la traducen en una rebaja del tipo impositivo que provoque, en definitiva, que la cuota a pagar sea menor. De hecho, la sitúan en el 0,72% cuando la propuesta técnica era del 0,70%.
Cabe recordar que el Partido Popular promovió durante los ejercicios 2014 y 2015 rebajas en el IBI. Lo hicimos tan pronto tuvimos liquidez y superamos los peores momentos de la crisis económica. La prioridad fue rebajar la presión fiscal.
Así, en 2014 se aplicó una rebaja de la cuota del 3,3%. En 2015, ejercicio en curso, la reducción aplicada fue del 2%. Este año el PSPV ha tenido sobre la mesa tres opciones para reducir la cuota que al final pagarán nuestros vecinos. Sin embargo, no se ha optado por la que nosotros apostamos durante los últimos años. Reducir la cuota hubiera generado un ahorro en los vecinos que creemos que es fundamental en estos momentos.
Desde el Partido Popular, trasladamos al tripartito su ofrecimiento para poder trabajar en favor de los vecinos, en dar solución a los problemas de nuestros ciudadanos. Nuestra opción hubiera sido la de continuar las rebajas de las cuotas y seguir apostando por las familias. Al final, estos ahorros consiguen engrasar las economías familiares e inyectar liquidez que incentive la economía. Si no somos capaces de hacerlo, de apostar por nuestros vecinos, difícilmente caminaremos hacia el desarrollo y las oportunidades que debe ser, sin lugar a dudas, el objetivo de todos como representantes público”.